martes, 31 de marzo de 2015

¿Por qué los Ateos celebran Semana Santa?




Llegó la época del año en que los ateos solo hablan de Dios, y los cristianos solo hablan de los ateos. La época del año en que algunos hacen un peregrinaje católico obligado a las siete iglesias, mientras que otros van a los siete puteros del área oeste y barras gays de Boquerón. Época de recogimiento espiritual para algunos y de coger una clamidia con una gordita que conociste en Viernes Santo para otros.

Volviendo a la pregunta original, ¿por qué los ateos celebran Semana Santa si no creen en Dios? Aparte de la envidia que los cristianos le tienen a los ateos, y de que uno se siente como una nena de 12 años diciendo que alguien envidia tu porquería de vida, pues no es una sola contestación, son muchas, y todas molestan al Papa Juan Pablo II (el mejor Papa de todos los tiempos), a Jorge Rashky (el peor cabrón de todos los tiempos) y a Mr. Cash.

Lo primero que tienen que saber los cristianos es que no todos pueden creer en lo mismo. Algunos necesitan creer que una figura paterna los vigila desde el cielo para que hagan el bien, mientras que otros solo hacen el bien para poder joderse la salud el fin de semana. Los cristianos celebran Semana Santa porque Jesús murió por ustedes, que bueno, pero ahora te voy a explicar porque el Sábado de Gloria voy coger una nota que matará mis neuronas como un pequeño derrame cerebral consentido.

Los ateos celebran Semana Santa porque son días libres. Si a ti te dan un día libre en el trabajo o en la universidad, ¿qué vas a hacer? ¿No cogerlos? ¡Ay por favor! En lo personal yo no voy a trabajar en Semana Santa porque estoy desempleado desde el 2009, pero si tuviera trabajo tampoco iría esos días porque antes de ser ateo soy vago con cojones, y que se joda.

Para los gringos en vez de Semana Santa ellos tienen spring break, donde es tradición de la cultura norteamericana que las mujeres se saquen las tetas, se grajéen entre ellas y griten: “Girls Gone Wild!!! Oooohhh!!!”, que traducido al español dice: “¡Papi te odio jodío cabrón!” Básicamente es un descanso por estar trabajando/estudiando en enero, febrero y marzo, y usan la primera semana de abril porque la madre mía va a trabajar 4 meses corridos sin un break. Spring break es la Semana Santa gringa pero en vez de la Iglesia Católica dándole latigazos a un hippie pelú en la procesión de Comerío es con un hillbilie de Indiana más jincho que Larry Bird viendo un donkey show en Cancún.

La razón antigua de la Semana Santa es que es el final del invierno y el empezar de la primavera. Antes que la Iglesia Católica le pusiera nombre cristiano a otra celebración pagana la primera semana de abril era considerado el empezar de la vida. Se deja atrás el frío, las flores empiezan a florecer, las mujeres se ponen bellacas, las abejas polinizan las flores, etc. Por eso el mismo domingo de Pascuas (cuando empieza oficialmente la primavera) es el Domingo de Resurrección (Jesús estuvo muerto tres días y vuelve a la vida).

Básicamente la Iglesia Católica se apropió de una festividad que el humano celebra desde que sabe que después de la noche viene el día para decir que es la fecha que Dios vuelve a la vida. Recuerden niños, la Biblia es una explicación antigua de como se mueven los astros en el universo y como afectan a la Tierra.

En lo personal celebro Semana Santa a pesar de ser ateo porque me gusta estar borracho viendo películas de la Crucifixión mientras como chuletas fritas el Viernes Santo en el poblado de Boquerón. Es mi forma de blasfemar sobre Dios, los cristianos mala fe, la hipocresía de la iglesia y ver como la posición del Sol afecta el comportamiento y bellaquera de nosotros los humanos en esa semana.

Si eres cristiano no puedes molestarte conmigo por pensar así ya que se supone que crees en el amor y no en el odio. Soy ateo, celebro Semana Santa y/o equinoccio de primavera, y ese viernes a todo el que me encuentre en la calle lo invito a una cerveza (o a un caballo) sea cristiano, ateo o maricón, porque al final lo que importa es pasarla bien y disfrutarse esto.


Porque es como yo digo, lo mejor que se inventó Dios fue el Viernes Santo porque uno jode con cojones, y lo mejor que se inventó el hombre fue a Dios.

domingo, 8 de marzo de 2015

¿Quién Carajo Mató a Lorencito?



Blasfemias y Recuerdos – Trabajo Investigativo

Hoy se cumplen 5 (cinco) años del asesinato del niño Lorenzo, lo que significa que los delitos de negligencia prescribirán, nadie irá preso por la muerte del chamaquito y un pueblo entero se preguntará: “¿Qué carajo le pasa a la Justicia de este país que no hace na’?” 

En este blog blasfemo somos vagos desempleados de vocación que nos gusta analizar la justicia de nuestro triste país desde una perspectiva amargá y aborrecía, por eso no descansaremos hasta esclarecer el asesinato del pequeño Lorencito. Y ya que ni El Nuevo Día ni El Vocero van a hacer un pepino angolo, y a La Comay la cancelaron porque Pedro Julio Serrano cayó en regla hombruna, es deber del Internet guillarse de justiciero social y resolver lo que fiscalía no ha podido.

Permítanme jugar Clue con todos los personajes involucrados en los hechos de la  madrugada del 9 de marzo del 2010 en una casa de blanquitos en Dorado con privilegio a limpiar la escena antes que la policía recogiera evidencia alguna, y que nuestra indignación colectiva haga por fin reposar en paz el alma del canito de 8 años que su único error fue ver algo que no debía. Escrito con el respeto que merecen cada uno, o sea ninguno. Chequéate.

Sospechoso Número 1: La Abuela de Lorencito 

Amneris Ivette González, mamá de Ana Cacho. Nunca he visto a esta vieja reírse, ni siquiera en las fotos de cuando Lorenzo estaba vivo.  Por como se ha comportado en todo esto se nota que quiere más a su hija que a su nieto porque no ha dejado que la toquen. La primera vez que salió en televisión fue en el programa “De Tal Palo…” de Rafael José y su hijo Juanpi que trataba sobre dúos de padres e hijos exitosos. Doña Ivette fue con su hija Ana Cacho porque tenían los contratos de los hoteles Hyatt de Dorado que les dio la Compañía de Turismo a finales de los 90’s. ¿Quién era el director de Turismo en esa época? El mismo que era Gobernador cuando mataron a Lorencito. ¡Ese mismo! ¡Luis Fortuño! Razones para hacerlo:  La mamá de Ana Cacho es más mala que la bruja que le dio la manzana a Blanca Nieves. Razones para NO hacerlo: No estaba allí (aunque ayudó a limpiar la escena).


Sospechoso Número 2: El Manco 

Como si fuera la película ‘The Fugitive’, que un manco mató a la esposa de Harrison Ford, apareció este hombre sin una extremidad para el deleite de todos. La familia Cacho alega que el manco apareció, entró a la residencia, mató a Lorencito con el golpe de un objeto contundente y se fue. Yo digo que la familia Cacho se puede ir al carajo con este embuste. Razones para hacerlo: Le falta un brazo y es adicto al crack, su odio a la humanidad lo hace matar nenes sin razón. Razones para NO hacerlo: Es zurdo y el brazo que le falta es el izquierdo, no se puede jalar una puñeta bien, menos va a poder matar un niño.


Sospechoso Número 3: La Hermanita de Lorencito 

Mucha gente que ve C.S.I. Caimito han creado teorías de que la hermana mayor de Lorencito estaba teniendo sexo o con William, o con Jesús Genaro, o con Naldy, mientras su mamá pasaba una nota de crack abajo en la sala. Lorenzo se despertó del ruido y vio a su hermana espetá con uno de esos desgracia’os. El niño grita: “¡Se lo voy a decir a papi!”, y lo tiran contra la pared y le dan con un trofeo en la frente. Si fue la hermana, Ana Cacho es un personaje de Kill Bill y la nena su hija asesina. Razones para hacerlo: Lorencito la vio chingando con un adulto cuando ella solo tenía 14. Razones para NO hacerlo: Era su hermanito.


Sospechoso Número 4: Jesús Genaro el Ingeniero Bobolón 

Este fue el que hizo el programa aquel con Kobbo Santarrosa que al final el manager de La Fenecida Comay le dijo: “Te van a acusar hijoeputa. ¡Te van a acusar!” Obviamente no pasó nada. Era novio de Ana Cacho al momento de los hechos, pero dice que esa noche solo la llevó a comer mantecados y que nunca entró a la casa. Con esa cara de fekero en vez de ingeniero parece abogado porque éste estuvo allá adentro cuando ocurrió la desgracia. Razones para hacerlo: Lorencito lo vio haciendo algo sexual (o con la hermanita, o con Ana Cacho, o con otro de los tipos, ¿quién sabe?, esa gente rica es loca), se desesperó y lo tiró bien duro contra la pared. Razones para NO hacerlo: Dice que ya se había ido de la casa cuando ocurrió el asesinato, pero si fue así quiere decir que dejó a Ana sola con los otros dos. Hmmm…


Sospechoso Número 5: El Hijo de Pierluisi 

Ya se estableció que ese martes hubo un party en casa de Ana Cacho y que uno de los hijos del Comisionado Residente Pedro Pierluisi estuvo allí, vaciló un ratito y se fue. Razones para hacerlo: Es hijo de Pierluisi y Lorencito votaría en el futuro por Ricky Rosselló. Razones para NO hacerlo: Es pato.


Sospechoso Número 6: Naldy el que nunca se ha visto 

De todos los sospechosos Arnaldo “Naldy” Colón es el más misterioso. No ha dado entrevistas a los medios de comunicación y no se sabe nada de él. Si fuera jugador apostaría que le gustan las orgías y fumar crack, ¿pero y a quién no? Razones para hacerlo: Para salvar su pellejo. Razones para NO hacerlo: No sé, pero el que calla otorga.


Sospechoso Número 7: Maggie Simpson 

Nadie se esperaba que una bebé pudiese dispararle al Señor Burns, tampoco nadie se esperaría que Maggie asesinara al pequeño Lorencito. Razones para hacerlo: En los Simpsons cada vez que matan o le dan un cantazo a alguien y prenden la luz siempre sale que fue Maggie la bebé. Razones para NO hacerlo: Es un dibujo animado.


Sospechoso Número 8: William Marrero 

Este es el agente federal que años atrás era bouncer en la discoteca Babylon y una vez no me dejó entrar porque estaba vestido rapero. Lo más seguro él mató a Lorencito. Razones para hacerlo: Miedo a que un niño de 8 años lo choteara. Razones para NO hacerlo: Juan, Pedro y Gratitud, el del peo fuiste tú, sino fue él fue uno de los otros dos.


Sospechoso Número 9: La Mamá de Lorencito 

Ana Cacho, la versión boricua de “Mommy Dearest” porque se ama más así misma que a sus hijos. Estaba en su casa cuando asesinaron a su hijo pero afirma que no sabe quien fue (o le echa la culpa al manco). Eso de que no sabe quien fue no me cuadra porque en mi casa mi mamá sabía hasta cuando le cogían un cortaúñas sin permiso, y Ana Cacho dice que no sabe nada cuando mataron a su propio hijo en su propia casa. Fuck you, bitch. Ella sabe quien fue, sino no le hubiese pedido permiso a la fiscal original del caso para quemar el mattress de Lorencito, pieza clave de evidencia con el cual se resolvía todo el caso. Oye verdad, ¿y la fiscal original que dejó que quemaran el mattress? ¿Qué es de la vida de ella? Razones para hacerlo: Drogas, sexo descontrolado e ilegal, pura maldad. Razones para NO hacerlo: Ella no lo hizo, pero sabe quien fue y no lo quiere decir. Por eso todas las veces que ha ido a Miami en estos cinco años, para reunirse con los demás sospechosos del caso y tener todos la misma coartada. Me cago en sus madres.


El caso de Lorencito nunca se resolverá. Pasará a la historia como la mejor prueba de que en Puerto Rico si eres acomodado y estás bien conectado puedes matar hasta a tus propios hijos y no irás presa. Si Ana Cacho fuera de caserío nunca la hubiesen dejado quemar ese mattress. O como diría Chaar Cacho (abogado tío de Ana, convicto por asesinar un cliente): “¡MALDITA SEA LA JUSTICIA!”

domingo, 1 de marzo de 2015

Cómo Luis Muñoz Marín (y Su Adicción al Opio) Esclavizaron a Puerto Rico

(escrito por Nelson A. Denis en Latino Rebels, traducido al español por Vlade)


Este ensayo no juzga ni condena a Luis Muñoz Marín.

Todos sabemos que el Presidente Barack Obama, el Gobernador David Patterson (New York) y el Congresista Trey Radel (Florida) han usado cocaína, el Alcalde Marion Barry (Washington, D.C.) y Rob Ford (Toronto) fumaron crack, e innumerables políticos y CEOs hacen sus “cositas por el lado”. Pero 70 años atrás, un divorcio, un aborto, o una adicción a drogas podían terminar cualquier carrera política.

Esto casi le pasa al Gobernador Luis Muñoz Marín de Puerto Rico.



En 1934, Pedro Albizu Campos lideró una huelga en el sector agrícola de toda la isla que paralizó la economía insular, y que solo terminó cuando a los trabajadores de las centrales azucareras se les subió el sueldo a $1.50 por día – más del doble de lo que recibían. La reacción de Estados Unidos fue inmediata. Un general del Army llamado Blanton Winship fue enviado como gobernador, y un oficial de la Inteligencia Naval llamado E. Francis Riggs fue instalado como Superintendente de la Policía. Rápidamente militarizaron la Policía Insular, le dispararon a Nacionalistas en plena luz del día, mataron 17 civiles en la Masacre de Ponce y en octubre 28 de 1935 Riggs declaró una “Guerra a muerte contra todos los puertorriqueños”.

Albizu Campos fue arrestado y sentenciado a 10 años en la penitenciaría USP de Atlanta. Otros nacionalistas fueron arrestados, hostigados, despedidos de sus trabajos y perseguidos por toda la isla por el FBI. Algunos de ellos “desaparecieron”.

Pero esto no era suficiente. Los Estados Unidos necesitaban más control. Tenían que controlar el “problema Nacionalista”, o perderían la isla para siempre.

Fue entonces cuando J. Edgar Hoover, el rey de las carpetas, entró con su caballería del FBI. Persiguió a todos los Nacionalistas por toda la isla. Investigó alcaldes, maestros y curas Católicos. Apenas tres semanas después de Muñoz Marín fuera electo Presidente del Senado de Puerto Rico, Hoover ordenó a su oficina de San Juan a “obtener toda información de carácter pertinente concerniente a Luis Muñoz Marín y sus asociados.” Luego expidió una segunda orden para “una minuciosa y discreta investigación por la Oficina de San Juan.”

Los reportes llegaron de inmediato:

Luis “no tiene profesión.” Luis es “completamente irresponsable financieramente. Nunca tiene dinero en sus bolsillos y nunca piensa en sus responsabilidades.” “Nunca ha aceptado la responsabilidad del matrimonio o de tener familia, y por años no ha contribuido al mantenimiento de Muna Lee (su esposa) o sus hijos.” Durante los últimos seis años (1934-1940) “abandonó su hogar y vive con su querida, Inez María Mendoza.” Es “completamente inmoral y sin ideales”, y ha pertenecido como “miembro de cuatro organizaciones políticas diferentes durante su carrera política.”

Como Presidente del Senado de Puerto Rico, es conocido como un “borrachón” que “coge unas borracheras que duran desde dos o tres días hasta dos o tres semanas,” y sus “cuentas de whisky solamente son de $2,000 al año.”

En una ocasión Luis “se puso bien borracho con Vicente Geigel-Polanco, el Líder de la Mayoría del Senado, en el Hotel Normandie.” En otra ocasión llegó al Escambrón Beach Club a las 8 p.m. donde “ordenó tragos,” después “ordenó más tragos,” para luego “tirarlos todos al piso,” luego “gritó profanidades a sus amigos” y finalmente se fue a la 1 a.m., “tan borracho que casi no podía caminar cuando se fue del lugar.”

Cuando los empleados del Escambrón le dijeron que debía $650, Luis les dijo que “les daría una deducción de impuestos de $650” a cambio. También tenía una cuenta pendiente de $300 en el Hotel Condado y otra de $200 de RCA, ninguna de las cuales había sido pagada en cinco años.

Pero J. Edgar Hoover era un viejo zorro en el juego de desacreditar personas y destruir sus carreras. Sabía que este bochinche sobre “borracheras” y “cuentas de hotel sin pagar” era una bobería. Necesitaba algo grande y exigió algo grande, por 2 años y medio…

Y finalmente encontró lo que buscaba.

En abril 1 de 1943, Hoover recibió múltiples reportes de “informantes de confianza” de que Luis Muñoz Marín era adicto a las drogas. Aquí el primer reporte:



Un segundo reporte mostraba que Muñoz Marín había enfrentado cargos en una asamblea pública de su propio partido por su adicción a la morfina, en frente de cientos de miembros del partido.

Un tercer reporte mostraba que Muñoz Marín era conocido como El Moto de Isla Verde (El Tecato de Isla Verde), que empezó a fumar opio en su casa de Isla Verde y años más tarde en la mansión del Gobernador todos los fines de semana. El reporte también decía que había estado “involucrado en un sonado caso de drogas, pero que nunca pasó nada porque Muñoz Marín hubiese despedido a todos los miembros del Departamento de Narcóticos de la Policía Insular si siquiera pensaban radicar cargos.”

Ahora Hoover tenía a Muñoz Marín exactamente donde lo quería. Muñoz Marín era un adicto a las drogas que fumaba opio todos los fines de semana. Había sido sorprendido en una transacción de drogas y usó su oficina pública para enterrar el caso.

El FBI tenía todo lo que necesitaba. No tenían que perseguir más ni acusar a Muñoz Marín del caso de drogas –porque con estos tres reportes (adicción a drogas, compra de drogas, obstrucción de la justicia) el FBI podía terminar la carrera política de Muñoz Marín en cualquier momento. Con un reporte de una página convirtieron al líder de Puerto Rico en una marioneta de los Estados Unidos.

La evidencia de cómo lo convirtieron en un títere llegó de inmediato.

En 1943, a solo semanas del reporte, Muñoz Marín cambió de bando en el asunto de la independencia de Puerto Rico. En 1943 y 1945, Muñoz Marín no solo se opuso al proyecto de ley del Congresista Tydings, sino que también viajó varias veces a Washington, D.C. para cabildear en su contra.

Para 1948 la transformación estaba completa: Muñoz Marín le dijo a reporteros que “el único defecto importante” en las relaciones Estados Unidos-Puerto Rico fue la ley que prevenía a la isla de refinar su propia azúcar.

También en 1948 Muñoz Marín convino una sesión legislativa extraordinaria para pasar la Ley Pública 53, también conocida como La Ley de la Mordaza. La Ley Pública 53 convertía en delito el hablar a favor de la independencia de Puerto Rico, poseer o mostrar una bandera puertorriqueña (aún dentro de los hogares); imprimir, publicar, vender o exhibir cualquier material que critique al gobierno de Estados Unidos; y organizarse en cualquier asociación, grupo o asamblea de personas con la misma intención.

Para 1950, en solo dos años, Muñoz Marín usó la Ley 53 para arrestar sobre 3,000 personas sin ninguna evidencia y sin el debido proceso de ley, a la mayoría con condenas de más de 20 años.

Le dijo al New York Times  que estás 3,000 personas habían sido arrestadas por “conspirar contra la democracia ayudados por los Comunistas”, y denunció su “locura, fanatismo e irresponsabilidad manipulada para el beneficio de la propaganda Comunista.

Usó la Ley 53 para arrestar sus oponente políticos, y para intimidar a cualquiera que no quisiera votar por el “Estado Libre Asociado” durante el plebscitio de status de 1952.

Cuando los periódicos llamaron a Luis un traidor y prominente abogados llamaron la Ley Pública 53 una Ley de Mordaza, que violaba la libertad de expresión e invitaba a los policías a entrar a las casas de los ciudadanos, Muñoz Marín respondió que “esta ley es precisamente para prevenir a cualquiera de amordazar al pueblo puertorriqueño con amenazas fascistas de fuerza. Y le he pedido ayudada al FBI para hacerla cumplir.”

Este era el mismo FBI que lo tenía a él (y mediante él a toda la isla) con un collar de perro.

El Moto de Isla Verde fue convertido en una alfombra por el FBI. Todo inversionista de Estados Unidos, banquero, millonario de la caña de azúcar y político se limpió los pies en esa alfombra siempre que entraban a la mansión del Gobernador.

Este ensayo no condena a Luis Muñoz Marín por su adicción a las drogas, ni lo condena por fumar opio en La Fortaleza. Pero las consecuencias de su adicción a drogas fueron compartidas por todas las personas en Puerto Rico, sus hijos y ahora sus nietos.

Según la leyenda, Nerón tocaba el violín mientras Roma se quemaba.


Según los hechos, Luis Muñoz Marín fumaba opio mientras su país era regalado a otro.