jueves, 9 de junio de 2016

Control Mental: No Me Gusta la NBA



Dejé de ver la NBA cuando Jordan se retiró la segunda vez en 1998. Ese verano empecé mi año prepa en la universidad y hubo una huelga de jugadores que hizo que la próxima temporada del baloncesto profesional más famoso del planeta no empezara hasta bien entrado 1999. Fue una huelga de seis meses en los que ya el 23 de los Bulls no iba a estar, el huracán George había dejado a Puerto Rico bien jodío, yo chingaba más de lo que jugaba baloncesto y me interesaba más la universidad y el hip-hop que la National Basketball Asociation.

Aunque no veía la NBA por estar adquiriendo nuevas habilidades sexuales en mi vida todavía creía que la liga era digna, respetada, y sobre todo, honrada. Pensaba que el mejor equipo era siempre el que ganaba, y como buen colonizado que soy, creía que el baloncesto de allá afuera era mejor que la porquería de la BSN de aquí.

Mi desilusión mayor con la NBA empezó par de años después cuando leí que la serie de playoffs Lakers vs Kings del 2002 fue arreglada por el comisionado David Stern para que los laguneros de Los Angeles le ganaran a Sacramento. Stern hizo que los árbitros cuchillaran a favor del equipo de Shaquille porque vendían más camisas que Chris Webber. Por eso cuando Kobe le da un codazo y le saca sangre a Mike Bibby la falta se la cantan a Bibby y no a Bryant.

Hubo una época en que la NBA era lo más importante de mi vida. Veía todos los juegos que pudiera, NBA Inside Stuff con Ahmad Rashad, peleaba en mi escuela por defender a los Orlando Magic y veía el baloncesto como el deporte natural del rap. También adoraba al jugador más rapero de todos, Shaquille O’Neal. Ahora cada vez que veo a Shaquille me cago en la madre de ese cabrón de lo mal que me cae. Maldita sea.

Verán, en la universidad aprendí sobre como utilizan la televisión para controlar a las masas. Es natural que nos gusten los deportes, lo que es condicionado sin que nos demos cuenta es el culto a la personalidad que le tenemos a los atletas como si fueran nuestros dioses y toda mi existencia dependiera de que Stephen Curry meta más de 15 puntos en el cuarto quarter. En una barbería puedes saber quienes nunca fueron a la uni porque son los más fervientes defensores de LeBron James como si ese cabrón les pagara la casa, que obvio no tienen porque no estudiaron.

Parte de madurar en la vida es saber que Santo Claus no existe, que los Reyes Magos no existen y que la NBA está arreglada. Este año gana Golden State Warrios la Final en siete juegos porque estirando el chicle le sacan más chavos al contrato de televisión. La liga trata a su público como si tuviésemos eternamente 14 años, en vez de baloncesto parece lucha libre. Millones de mentes infantiles cautivas que sus miserables vidas giran en torno a hombres en pantalones cortos jugando un juego de niños. ¡Y los idiotas todavía pelean por quien es mejor entre Kobe y LeBron!

Es Kobe por si acaso.

Otra cosa que he aprendido es que aunque la NBA es una mierda el baloncesto sigue estando cabrón. Sigo pendiente al Equipo Nacional de Puerto Rico, aunque sea un amor apache por el odio que me dan cuando pierden con un país que no sé donde carajo queda o cuando le lloran al bobolón de Peter John para que sude la monoestrellada. Puedo ver juegos de NCAA sin saber quienes son los jugadores, y lo más importante de todo, he aprendido que el Baloncesto Superior Nacional no es solo motines en los juegos de Ponce como visitante.

Este año he visto las finales de ambas ligas, NBA y BSN, siendo la serie entre Arecibo vs Bayamón mucho más excitante que la farsa de Golden State Warriors vs Cleveland Cavaliers. La serie de aquí está tan cabrona, que a diferencia de allá afuera que se sabe ganarán los Warriors, aquí no se sabe quien ganará. Pero si yo fuera tú no le apostaría al equipo donde esté el bobolón de Peter John.

La NBA ya es una liga para gente que no sabe de baloncesto. Una religión para mentes que nunca se mudaron del pueblo donde nacieron y que siguen con el mismo recorte de pelo desde que están en escuela intermedia. No me controlan la mente. Esta Final está tan arreglada que todos los juegos se acaban por márgenes de 20 puntos. Ninguno ha sido cerrado. Si te gusta el baloncesto puro y no plástico, falso y pre fabricado, dale un break a la Final de los Capitanes de Arecibo vs Vaqueros de Bayamón. ¡Esa serie si que está bien demente! ¡Pal carajo la NBA!


¡VIVA EL BALONCESTO!