Dejé de ver la NBA cuando Jordan se
retiró la segunda vez en 1998. Ese verano empecé mi año prepa en la universidad
y hubo una huelga de jugadores que hizo que la próxima temporada del baloncesto
profesional más famoso del planeta no empezara hasta bien entrado 1999. Fue una
huelga de seis meses en los que ya el 23 de los Bulls no iba a estar, el
huracán George había dejado a Puerto Rico bien jodío, yo chingaba más de lo que
jugaba baloncesto y me interesaba más la universidad y el hip-hop que la
National Basketball Asociation.
Aunque no veía la NBA por estar
adquiriendo nuevas habilidades sexuales en mi vida todavía creía que la liga
era digna, respetada, y sobre todo, honrada. Pensaba que el mejor equipo era
siempre el que ganaba, y como buen colonizado que soy, creía que el baloncesto
de allá afuera era mejor que la porquería de la BSN de aquí.
Mi desilusión mayor con la NBA empezó
par de años después cuando leí que la serie de playoffs Lakers vs Kings del 2002 fue arreglada por el comisionado David Stern para que los laguneros de Los Angeles le ganaran a
Sacramento. Stern hizo que los árbitros cuchillaran a favor del equipo de
Shaquille porque vendían más camisas que Chris Webber. Por eso cuando Kobe le
da un codazo y le saca sangre a Mike Bibby la falta se la cantan a Bibby y no a
Bryant.
Hubo una época en que la NBA era lo más
importante de mi vida. Veía todos los juegos que pudiera, NBA Inside Stuff con
Ahmad Rashad, peleaba en mi escuela por defender a los Orlando Magic y veía el
baloncesto como el deporte natural del rap. También adoraba al jugador más
rapero de todos, Shaquille O’Neal. Ahora cada vez que veo a Shaquille me cago
en la madre de ese cabrón de lo mal que me cae. Maldita sea.
Verán, en la universidad aprendí sobre
como utilizan la televisión para controlar a las masas. Es natural que nos
gusten los deportes, lo que es condicionado sin que nos demos cuenta es el
culto a la personalidad que le tenemos a los atletas como si fueran nuestros
dioses y toda mi existencia dependiera de que Stephen Curry meta más de 15
puntos en el cuarto quarter. En una
barbería puedes saber quienes nunca fueron a la uni porque son los más
fervientes defensores de LeBron James como si ese cabrón les pagara la casa,
que obvio no tienen porque no estudiaron.
Parte de madurar en la vida es saber
que Santo Claus no existe, que los Reyes Magos no existen y que la NBA está
arreglada. Este año gana Golden State Warrios la Final en siete juegos porque
estirando el chicle le sacan más chavos al contrato de televisión. La liga
trata a su público como si tuviésemos eternamente 14 años, en vez de baloncesto
parece lucha libre. Millones de mentes infantiles cautivas que sus miserables vidas giran en torno a hombres en pantalones cortos jugando un juego de niños. ¡Y los idiotas todavía pelean por quien es mejor entre
Kobe y LeBron!
Es Kobe por si acaso.
Otra cosa que he aprendido es que
aunque la NBA es una mierda el baloncesto sigue estando cabrón. Sigo pendiente
al Equipo Nacional de Puerto Rico, aunque sea un amor apache por el odio que me
dan cuando pierden con un país que no sé donde carajo queda o cuando le lloran
al bobolón de Peter John para que sude la monoestrellada. Puedo ver juegos de
NCAA sin saber quienes son los jugadores, y lo más importante de todo, he
aprendido que el Baloncesto Superior Nacional no es solo motines en los juegos
de Ponce como visitante.
Este año he visto las finales de ambas
ligas, NBA y BSN, siendo la serie entre Arecibo vs Bayamón mucho más excitante
que la farsa de Golden State Warriors vs Cleveland Cavaliers. La serie de aquí
está tan cabrona, que a diferencia de allá
afuera que se sabe ganarán los Warriors, aquí no se sabe quien ganará. Pero
si yo fuera tú no le apostaría al equipo donde esté el bobolón de Peter John.
La NBA ya es una liga para gente que no
sabe de baloncesto. Una religión para mentes que nunca se mudaron del pueblo
donde nacieron y que siguen con el mismo recorte de pelo desde que están en
escuela intermedia. No me controlan la mente. Esta Final está tan arreglada que
todos los juegos se acaban por márgenes de 20 puntos. Ninguno ha sido cerrado.
Si te gusta el baloncesto puro y no plástico, falso y pre fabricado, dale un break a la Final de los Capitanes de
Arecibo vs Vaqueros de Bayamón. ¡Esa serie si que está bien demente! ¡Pal
carajo la NBA!
¡VIVA EL BALONCESTO!