Entre medio de Bairoa y Cañaboncito, y
al este de las montañas mafiosas de Aguas Buenas, se encuentra la avenida Valle
Tolima. Carretera principal que divide a los pobres de los más pobres y donde
aprendí todo lo bueno y lo malo de la vida. De lo bueno aprendí a escaparme de
casa para janguear, a hablarle a las nenas para que me dejaran darle deo y como
vender paquetes de cocaína en partys de “underground”
noventosos. Lo malo fue que vi muchas muertes. Por ejemplo…
Cuando
mataron a dos tipos en el Día Nacional del Bikini – Si has visto el video de cuando Lito y Polaco están
cantando en el Parque del Turabo y de la nada sale Baby Rasta al frente de la
tarima a incitar a Lito a que le diera un puño en la cara y todo el party
enloquece por la tiraera, pues esto fue lo que pasó después. Ese Día Nacional
del Bikini (hicieron muchos y con diferentes putas/bailarinas) fue en octubre
de 1999, fecha en que todos en mi corillo tenían dread locks raperos, incluyéndome a mi.
Cuando se acabó el party estaba frente
al portón hablando con mis panas cuando escuché como si estuviesen explotando
petardos fuera de fecha. Volteé a ver. Vi dos tipos flacos uno frente al otro
como a cinco pies de distancia entre ellos. Uno le disparaba con una pistola y
el otro no hacía nada. “Eso tiene que ser
de embuste” fue lo que pensé. Justo ahí el otro se agarró la barriga y ahí
empecé a correr rápido con cojones mientras escuchaba los disparos secos y
voces que gritaban “¡Coge a ese cabrón!” Llegamos
hasta la esquina de Parque del Río jadeando por haber corrido esa longa en
estado de perse. Nos miramos para coger aire. “Diablo, mataron a un cabrón ahí… Diablo… ¡Vamo’ a subir a ver!”
Corrimos de nuevo a la entrada del
Parque del Turabo pero antes de llegar había otro tipo que le habían disparado
agonizando en la entrada del pasillo que da para Valle Tolima. Cuando llegué ya
había un grupo de policías alrededor del tipo mirándolo hacia abajo mientras se
ahogaba en su propia sangre y ya dándolo por muerto. La historia fue que esos
dos chamacos habían salido de la cárcel esa misma semana y los anormales de
Bairoa los estaban buscando, fueron al party de underground a celebrar su
nueva libertad y los encontraron.
Lo peor fue cuando llegó la mamá de uno
de ellos a reconocer el cadáver. Hablando de padres esto me recuerda…
Cuando
el papá de Joutax atropelló a Camacho Shrek –
Esto fue una noche que Camacho tenía la Santísima Trinidad de las Notas
(borracho, espitiao y arrebatao), y como siempre sucede en estos casos le dio
el vengamás. Camacho se montó en su
bici Mongoose aniquelá y pedaleó en
dirección al punto de la química extra
peligrosa de Valle que quedaba al otro lado de la avenida.
Tato Supermarket además de ser el papá
del enfermo sexual de Joutax también era dueño de un colmadito en la Avenida
Degetau y tenía una van de esas blancas que usan los tipos que raptan nenes
allá afuera para mover la mercancía. A veces se quedaba hasta tarde en su
propio negocio bebiendo con sus amigos, como pasó esta noche. Lo que pasó
cuando se encontraron sus dos notas de frente no terminó en una muerte pero es
lo suficientemente chistoso como para usarlo de comic relief en un post de obscuridad y muerte.
Tato salió borracho guiando hacia su casa
en Parque del Río guiando rápido con cojones por la avenida. Camacho en la bici
se relambía pensando en la nota que iba a coger. Hasta que decidió entrar por
la entrada de la Farmacia Judith sin mirar a los lados debido a la nota cabrona
que tenía encima, y Tato Supermarket bien borracho bien rápido lo chocó con la
van blanca haciendo que el cuerpo toboso de Camacho Shrek volará 20 pies por
los aires.
Cualquier otra persona hubiera muerto
por el cantazo pero Camacho estaba tan endrogao que calló inconsciente en la
brea con una sonrisa de oreja a oreja. Tenía un hueso de la pierna izquierda
por fuera de la carne. Tato estacionó la guagua, caminó hasta donde estaba
Camacho entre sangre coabulada e hizo lo que cualquiera hubiese hecho en su
lugar: se montó de nuevo en la guagua, guío hasta su casa, y comió algo para
cuando le hicieran la prueba de aliento no saliera tan jodío como se supone que
saliera.
Regresaba de una fiestecita de sexto
grado cuando me encontré con el accidente. Vi un mar de gente, en el medio
estaba Camacho durmiendo y creo que lo vi riéndose. Ahora entiendo que estaba
endrogao. Tato Supermarket aunque se quito un porcentaje de alcohol en su casa,
y aunque visitó a Camacho todos los días al hospital como el buen padre de
familia que era, no pudo esquivar la inevitable demanda que la mamá de Camacho
le puso con sus abogados. Tato tuvo que pagar $20,000 por daños y perjuicios, y
Camacho se los gastó en un Mitsubishi Technica rojo, unos aros Momo aniquelaos
de tres patas, putas y crack.
Por lo menos esa historia tuvo un final
feliz, pero la cosa más nasty que
ocurrió en la avenida de Valle fue…
Cuando
desmembraron a Chamorro – Esto ocurrió el
mismo día que Puerto Rico le quitó el invicto olímpico al Dream Team en Atenas 2004. Chamorro era el “delivery boy” de la pizzería Turabo Pizza que siempre entregaba
las ordenes con una Heineken en la mano, no tenía problemas con nadie y le caía
bien a todos.
Al parecer le caía bien hasta a mujeres
casadas. Esa tarde mientras ocurría el juego una muchacha estacionó su carro
frente a la pizzería y se puso a hablar con Chamorro. El carro estaba
estacionado de una forma que Chamorro para poder hablar cerca de ella tuvo que
salir de la acera al lado del conductor y su cuerpo quedaba hacia la avenida.
En eso una guagua Ford F-150 empezó a
bajar la Avenida Valle Tolima a alta velocidad impulsada por ira, odio y celos.
Como si fuera hacia Turabo Gardens y la pizzería le quedara a mano izquierda,
pero a 80mph en una zona de 25mph. La guagua era guiada por el esposo de la
muchacha que hablaba con Chamorro.
El pobre de Chamorro nunca lo vio
venir. El cantazo fue tan fuerte que Chamorro voló y cayó más cerca de la
farmacia (donde está el Subway ahora) que de la pizzería. Ahí la guagua Ford
F-150 siguió guiando y trató de pasarle por encima al que entregaba las pizzas
de Turabo Pizza, pero en vez de pasarle por encima lo que hizo fue arrástralo
150 metros de distancia porque quedó pillado entre las gomas de la guagua. El
arrastre entre goma y brea desmembró el cuerpo de Chamorro en cuatro partes.
Mientras esto ocurría dentro del Valle
Tolima Liquor Store y la agencia hípica de al lado se celebraba la victoria
boricua contra el quinteto gringo con mucho ron y cerveza. Cuando escucharon
los gritos de la gente salieron afuera a ver lo que pasaba y con la nota vieron
la escena dantesca de ver a su amigo en pedazos por el piso. Lo próximo fue
como la escena que todos vomitan en el parque en ‘Problem Child 2’, pero mientras la mayoría vomitaba uno de los
amigos de Chamorro llamado Pablito se montó en su guagüita tres potes y se le
fue detrás a la maldita Ford F-150.
La persecución fue desde la luz de
Valle Tolima en dirección a Aguas Buenas hasta que apareció una patrulla y se
les fue detrás, pero como la policía siempre confía más en los carros caros que
en los carros humildes pararon la tres potes pero no la F-150. El policía nunca
le creyó a Pablito la historia que les acabo de escribir y la F-150 pudo
escapar sin problemas.
En el entierro muchas voces juraron
vengar la muerte de Chamorro. Al día de hoy lo que se sabe es que al tipo que
guiaba la Ford F-150 nunca le hicieron nada, que se reconcilió con la tipa y se
mudaron para allá afuera. La muerte de Chamorro nunca fue vengada.
Solo
tres historias de la carretera que más caminé de niño y que más influenció mi
vida. Mi nombre es Vlade y me críe en Parque del Río/Las Haciendas, al lado de Valle Tolima.