viernes, 11 de noviembre de 2016

Beneficios de que Trump y Rosselló ganaran



Donald Trump y Ricky Rosselló ganaron las elecciones como Presidente y Gobernador respectivamente y nunca había visto tanta gente llorando en las calles, quejándose en las redes sociales y llamando a las líneas de prevención de suicidio. Aquí en Blasfemias y Recuerdos nos preocupamos por tu salud y te decimos que sueltes esa soga gorda que compraste en Home Depot y que todavía no firmes esa carta de despedida dónde le admites a tu esposa que le fuiste infiel con tu secretaria. Aquí te presentamos los beneficios de que Trump y Rosselló hayan ganado las elecciones.


Podrás ser racista impunemente fuera de tu hogar – En la antigüedad solo se podía ser racista en la comodidad de tu hogar porque quien carajo te va a venir a decir que prejuicios puedes o no tener en tu intimidad y privacidad mientras ves negros jugando baloncesto. Pues ahora en esta nueva etapa de política de extrema derecha podrás insultar minorías en lugares públicos y en vez de arrestarte las demás personas te apoyaran en coro porque es el 2016 y si no dejas que la gente exprese sus prejuicios y palabras de odio se ponen a llorar. OJO solo podrás ser racista si crees en Dios porque Dios es amor.


Las drogas bajarán de precio – Cuando los bestias estos que ni saben articular bien una oración completa juramenten en enero el miedo colectivo de que ¡esto se va a joder! subirá a niveles nunca antes vistos ni siquiera en los tiempos de Romero Barceló y Nixon. Las personas en vez de hacer algo al respecto se refugiarán en las drogas, pero no me refiero a las drogas melaza del punto en el caserío sino a las drogas legales de Walgreens como Oxycotyn, Percocet, Mosca Española, Vicodin y Uña de Gato. Una de las primeras medidas que hará la administración del hombre color chinita será regular el precio de las pepas para mantener a la población cautiva, no permitir más Martin Shkrelis de la vida y poder hacer sus negocios con los rusos tranquilamente.


Será más fácil conseguir sexo – Si eres hombre y prefieres el olor del bacalao al del huevo en tu dieta sexual durante los próximos cuatro años podrás agarrarle la pájara a las mujeres sin su consentimiento y no irás preso. Si eres mujer, pues, estás jodía. Mala tuya haber nacido así. Si eres bugarrón, bucha o ambidiestro para ti siempre ha sido fácil conseguir sexo y este párrafo no te aplica. Para el resto de nosotros el acoso sexual será cosa del pasado gracias al ejemplo del Presidente que una vez Stone Cold Steve Austin le hizo una suplex en la lucha libre de allá afuera. También será fácil conseguir sexo ya que cuando Ricky “Ricón” Rosselló se ponga a despedir empleados públicos a tuti-plen muchos de esos cesanteados no tendrán de otra que vivir de sus cuerpos y entrar a la prostitución para poder comer. Esta teoría me la dijo una empleada de Condom World.


Puerto Rico cambiará de status político – En este cuatrenio se supone que Ricardo “Chiquidracula” Rosselló pida la estadidad en Washington y… Pérate, ¿qué? ¿Qué se va a buscar otra excusa para no pedir la estadidad donde tiene que pedirla cuando ya es más que evidente que son mayoría en el país? Ay bendito. Pues imagínate que deja de coger de boba a la gente con ese sueño y de verdad la pide. ¿Ok? Ok. Un Presidente republicano va a cambiar el status de Pororico, ¿y quién mejor que Trump? Cuando recuerde que todos sus negocios aquí quebraron y que no le saca ningún provecho económico a estos cien por trenticinco que Yukiyú escupió en el Caribe dirá: “Porto Rico… YOU’RE FIRED!!

El arte de protesta se pondrá mejor que nunca – Los mejores artistas de protesta son de izquierda porque son los más creativos a la hora de quejarse. Lo bueno de los próximos cuatro años que vienen es que la comedia se pondrá mejor porque estos anormales le darán más material estúpido a los comediantes que en los años de Bush Jr. y Pesquera. Oliver Stone sacará una película bien demente de las de él. Los raperos por fin podrán tirarle a un Presidente otra vez sin miedo como debe ser y  sin cohibirse de que el Comandante en Jefe era negro y sabía tirar una güira en una cancha de basket. Los reggaetoneros no harán nada diferente con su ¿música? porque ellos ni se enteraron que había elecciones y solo fueron a chillar gomas y a ser felices en su ignorancia.


Siéntete feliz de que llegaste al final de la civilización como la conocemos – Seamos sinceros, estos son los últimos cuatro años de la civilización moderna y de la luz eléctrica. Lo digo porque sigo a Donald Trump en Twitter y sé que una noche a las tres de la madrugada va a apretar el botón rojo para empezar una guerra nuclear tan solo porque le dijeron que tiene las manos chiquitas. Ya las relaciones con Cuba se sabe que se jodieron. Las minorías y blanquitos liberales están protestando en las calles de Gringolandia porque no aceptan que ese racista país es de los jinchos cristianos intolerables desde que mataron al papá de Pocahontas tratándole de vender alcohol y escopetas.


Donald Trump por carambola traerá más cambios positivos que Barack Obama. Si ganaba Hillary todo se iba a quedar igual, un eterno termino medio. Con Trump los racistas se están avivando y se va a lograr la guerra racial que quieren para imponer una LEY MARCIAL en su suelo y comprarse ellos mismos sus armas, pero esta vez para usarlas contra sus propios ciudadanos. Mientras que aquí Ricardo Rosselló se enrollará las mangas y no hará nada porque aquí los que van a mandar son la junta de control fiscal. Ah bueno, ya que tiene las mangas enrollás Rosselló le llevará el café a la junta.

martes, 18 de octubre de 2016

La isla quedá en los 90’s



Salgo a la calle y Nicky Jam está pegao, Daddy Yankee está pegao, los chamaquitos usan tenis Jordan del 4to campeonato de los Bulls, Grupo Manía sacó una canción nueva con Elvis Crespo, Pedro Rosselló baila la macarena en tarima y Manny Manuel huele perico. No, no estás en 1996. Esta es la situación actual de Puerto Rico en el 2016: bien quedao en los 90’s.

“Aquel que no recuerda su pasado está destinado a repetirlo” dice el famoso refrán, y aquel que todavía te saluda con un “Chacho, tú estás más perdío que Rolandito” merece morir despacito. Puerto Rico es un país que no recuerda bien su pasado y por eso quiere repetirlo.  Un pueblo que tiene menos memoria que Doris la de Finding Nemo y el tipo tatuado de Memento juntos repetirán una y otra vez lo que vivieron alguna vez, o peor aún, lo que creen que vivieron.

Me gusta comparar la economía de Puerto Rico con la salud de La Taína: en los 90’s era voluptuosa, llena de energía y todos querían meterle mano, a diferencia de ahora en 2016 que está seca, jodía y todos le sacan el cuerpo como si tuviera SIDA. ¿Cómo llegamos a esto? Es como si la cura del VIH económico la tuviesen las 936 de la carretera número 30 hacia Humacao que se fueron de Borinquen Bella porque en China no hay que pagar plan médico.  

Es normal que en tiempos de depresión uno recuerde los mejores momentos. Puerto Rico está en depresión económica desde el 2001 e inconscientemente nos hemos refugiado en lo que creemos fue nuestra mejor época. Por eso prendes el televisor y ves que Bejuco está haciendo un “stand up” nuevo y ahora en vez de flaco y gracioso Miguel Morales es gordo y patético. Es como en Cuba que todavía hay carros de los 50’s pre revolución andando por ahí, pues en Puerto Rico por siempre habrán Toyotas Tercel y Mitsubishi Technicas de los 90’s andando por ahí.

Lo peor de todo no es que Nicky Jam tenga un programa de televisión en Comedy Central, ni que Los Rayos Gamma todavía sigan con sus canciones sosas mientras sus miembros mueren, o que Raymond Arrieta imite a Don Francisco (aunque eso está cabrón), lo peor es que todavía salgan hijos de políticos que no dieron pie con bola en la política criolla debido a su vida nebulosa a defender el bipartidismo.

El hijo de Cuchín escribió que hay que seguir dándole el voto a los dos partidos que nos han llevado a la quiebra, al éxodo masivo y a que estén los mismos artistas en la televisión desde 1993. Digo, ¿me equivoco? Ah ver, ¿cuáles son los únicos dos partidos políticos que han gobernado en Puerto Rico? ¿Los únicos dos partidos que han manejado el dinero de este intento de país que nos dejaron? ¿Los únicos dos que han asesinado opositores ideológicos? El PNP y el PPD son primos hermanos que en lo único que se diferencian es que unos maman de pie y los otros de rodilla. Más na.

El bipartidismo portoricencis nos llevó al paisaje gris pesimista cada vez más vacío de nuestra isla. No hay nada más quedao en los 90’s que seguir votando por el PPD o el PNP. Tal vez ver el show de Raymond Arrieta te transporte a 1994 o tal vez escuchar el programa de Sunshine en SalSoul se sienta como un eterno 1998, pero apoyar el bipartidismo es peor.

Escribo esto del bipartidismo para que estén de acuerdo conmigo pero en realidad lo que creo es que todo esto es un plan de los gringos estilo Dr. Cornelius Rhoads para matar a los puertorriqueños, ¿pero qué carajo sé yo de eso? Odio al chota, compasión al confinado. Continuemos.

Tal vez por eso la televisión local sigue con su formato igual sin cambiar desde los tiempos que el merengue estaba pegao, daban Tus Videos Favoritos en el canal 18 y los mahones blancos no eran pecado. No le beneficia al status quo quitarle poder a los dos partidos que siempre lo han tenido. Le beneficia al pueblo. Vota por una de las otras cuatro opciones si quieres un verdadero cambio en Puerto Rico. Aunque con la junta de control fiscal que viene estas son las elecciones más innecesarias en la historia del país y nos llevara no a 1990 sino a 1930 o más pobre aún, pero eso es tema para otro post.

La urna es el ataúd para enterrar a la nación puertorriqueña.


Todavía no sé si voy a votar el 8 de noviembre, pero si lo hago iría al colegio electoral con las patillas como Eros Ramazzotti, con una camisa FUBU, mahones bieeen anchos, los tenis que decían bien grande AIR por el lado (los Pippen), en mi tres potes afueguillo, escuchando Playero 39 y mirando mal a to’ el mundo como si fuera 1996 que esas fueron las elecciones que me grajié a Michelle la nena gimnasta que estaba bien buena de la calle de Fósforo. ¡Woooo! Chekeamos.

jueves, 8 de septiembre de 2016

The Get Down



No acostumbro ver series de televisión desde Alf, Friendo y Comiendo con Cosme y Bizcocho y Los Kakucómicos, pero cuando escuché que venía una serie sobre el nacimiento del hip-hop por los morenos y los boricuas del Bronx en los 70’s me puse las Adidas cabezonas tres líneas con los gabetes desamarraos y me dije: “¡Tengo que ver esa mierda!”

La serie se llama The Get Down y solo se ve por Netflix, el problema es que no tengo Netflix. Me dijeron que podía ver Netflix por las consolas de video-juegos pero todavía no entiendo como meterle internet al Nintendo 64. Al final no tuve más remedio que acostarme con Sonia La Pata la bichota de Bairoa por $300 dólares y poder comprarme un PlayStation 3 usado en El Ángel Casa de Empeño para poder ver la serie que tanto llamaba mi maldita atención.

Me fijé que la producía el director de Romeo & Juliet y Moulin Rouge, y que los consultores de la historia eran el rapero de raperos Nas, el DJ de la vieja escuela Grandmaster Flash (quien también es un personaje en la serie) y el escritor Nelson George. Ya estaba excitado sin tocarme. En los cortos ponían los tambores de Apache y gente bailando en círculos bien pompeaos con la ropa de antes. Me vine encima, sin tocarme.

El ritmo me transporta al pasado perfecto y recuerdo la primera vez que vi gente bailando algo que no fuera salsa ni merengue ni bolero. Vi electro boogie en las aceras neoyorkinas de 1985 en un viaje que hice con mi abuela a visitar los primos del norte. Vi gente bailando como Kid-N-Play en los cumpleaños de las aijadas de mi papá que vivían en el residencial Turabo Heights para la época de Brewley MC, Kid Power Posee y los bobos Cross-Colors. Pero el primer círculo de breakin’ de verdad que vi fue entre humo de pangola, camisas Tommy Hillfiger y la pista de Mona Lisa en un party de underground en Valle Tolima. Mi primer “get down”.

Sigo pegao en el breakbeat pensando en baile. Pienso que el hip-hop llegó a Puerto Rico gracias a dos cosas: 1) los nuyoricans que trajeron ese arte línea directa JFK-Aeropuerto Luis Muñoz Marín y 2) a las películas. En especial tres películas.

Sin contar Flashdance (1983) que fue donde enseñaron breakin’ por primera vez, todo el baile urbano y cultura hip-hop global nace de las retas de Style Wars y Wild Style (ambas de 1983) y de la mejor de todas, la Biblia del hip-hop Antiguo Testamento: Beat Street (1984). Algo importante es que en todas estas películas los protagonistas eran puertorriqueños, y no blanquitos haciendo de puertorriqueños como en West Side Story sino boricuas de verdad. No voy a contar las películas de Breakin’ y Breakin’ 2: Electric Boogaloo (ambas de 1984) porque esas películas de California eran charras con cojones y aunque el protagonista también era boricua después salió del clóset y se metió a bailarín de Madonna en el video de Vogue y de verdad que se joda ese cabrón.

The Get Down empieza con un concierto en 1996 de un rapero rimando sobre como era el New York de su infancia. Retrocedemos en el tiempo y llegamos a 1977, la época más mala de la Gran Manzana. Con la serie aprendí que Nueva York tuvo una junta de control fiscal de 1975 a 1986 y fue cuando más pobres y más jodíos estuvieron. Me hizo pensar en la PROMESA que le espera a mi Puertorro.

Los títulos de los episodios (seis en total, de más de una hora cada uno) los ponen graffiteados en los trenes. Los protagonistas son unos chamaquitos graffiteros que admiran a otro graffitero llamado Shaolin Fantastic que tiene unos Puma rojos porque se clava a una gorda vieja bichota que lo tiene alante. Uno de ellos es mitad negro mitad puertorriqueño (doble amenaza) y es el verdadero protagonista de la serie. No había visto tanto boricua y tanta bandera puertorriqueña en televisión desde Carlito’s Way (aunque Crazy Legs dijo que en The Get Down no pusieron tanto personaje latino y él estuvo allí, viste).

Resaltan las tomas rápidas y close ups eternos igual que Moulin Rouge. En momentos parece una película de kung-fu con Bruce Lee, en otros parece la competencia de baile de John Travolta en Saturday Night Fever. La marihuana y la cocaína siempre están presente en pantalla, pero las mejores escenas son las de los DJ’s Grandmaster Flash y Kool Herc, y el respeto que se le tenía a la música antes. Cuando Shaolin Fantastic baila en el primer círculo del primer episodio que se tira un fli-flá, cae en pose desafiante y Grandmaster Flash le enseña el disco que va a poner es como el viejo ciego de la serie Kung Fu dándole apoyo al Pequeño Saltamontes (ellos se dicen así en The Get Down también).

Las actuaciones quedaron como cuando te tiras desde el rockeo arriba de espaldas al piso y te levantas con una sola mano en pausa (one handed freeze) agarrándote la rodilla doblá mientras el círculo grita y aplaude, pues así. Jimmy Smits hace de un puertorriqueño político del Bronx llamado Papa Fuerte que habla más español que ingles el muy pendejo, pero es el mejor que actúa. Giancarlo Esposito es un actor italiano que le queda bien el papel del boricua hijoeputa reformado y transformado en fanático evangélico. Las muchachas que salen en The Get Down todas son boricuas punani y se visten cuerito como la nena de Taboo 2.

Siempre están sudaos y usan las frases de esos años que se han convertido en la filosofía de la cultura como parte de su diálogo, la más importante de todas “make something out of nothing” (hacer algo de la nada) que puede explicar como de la pobreza urbana y desesperación reprimida nacen formas de expresión revolucionarias, ya que lo único innato en el ser humano es la necesidad de crear, ya sea con sprays escribiendo nuestros nombres en las paredes, guayando discos hasta que las agujas lloren, declamando rimas en ritmo en vez de cantar en el micrófono o dando vueltas sobre tu cabeza en el piso mientras bailas.

Nunca había visto que pusieran las canciones pilares del hip-hop en una serie o película, si acaso ponían una y ya, en The Get Down las ponen todas (las de practicar). La cultura hip-hop es un homenaje constante a estas cuatro canciones: It's Just Begun de The Jimmy Castor Bunch (1972), The Mexican de Babe Ruth (1972), Give It Up, Turn It a Loose de James Brown (1970) y, la canción madre del hip-hop, Apache de Incredible Bongo Band (1972). De ahí nace el breakbeat, el ritmo del rap es solo funk extendido.

Me gustó tanto la serie que hasta compré el soundtrack por iTunes pagando legal como adulto porque además del vestuario lo más importante de The Get Down es la música. Esas son las canciones que crearon un arte global y multimillonario, y que hasta ahora no había sido revisada su historia. Algunos críticos de cine hablaron mal de la serie, no tantos, pero como alguien que se vivió esta cultura de habilidad artística competitiva como filosofía de vida recomiendo The Get Down de Netflix. Véanla, así verán que hip-hop no es violencia sino habilidad cultural. Me cago en MTV y en el bling-bling shit.

Antes de la batalla final el chamaquito boricua del afro dice un discurso frente al todavía candidato a la alcaldía de Nueva York Ed Koch en el cual menciona a los primeros graffiteros y sus mensajes de una forma parapelos. Inspirado en ese discurso quiero terminar este post mandándole saludos a los grupos de mi época y al arte que más amo que es el breakin’, ya que todo (o el poco) hip-hop actual de Borinquen nace de La Fiebre de B-Boy del ’97 (pero eso será tema para otro post).

Si, le quiero enviar saludos al Boogie Down Family, a los Floor Rockers, a Ground Zero Crew, al Hype Squad, Max Ground Force, Stylistic Tribe, Vanguardia Subterránea, No Mel Syndicate, BNA, FX Crew, Time Machine Squad, Freestyle Association, 00725 All Stars, Killafornia, Style Elements y a Rock Steady Crew.

HIP-HOP… AND YOU DON’T STOP!!!


¡¡VAMO’ A PRACTICAR!!