miércoles, 11 de octubre de 2017

Este Halloween...




Este Halloween (Puerto Rico, 2017.)... va a ser bien tenebroso, en sentido figurado y literal (adverbializado, no como coletilla). Muchos han estado esperando este 31 de octubre, no por la noche de brujas, sino por el estreno de la segunda temporada (según anunciada) de Stranger Things (¡págame Netflix!). A la cual nos sentimos atraídos, entre otras cosas, por la nostalgia de una época anterior, sin dependencia tecnológica. Carente de una comunicación constante a través de sistemas integrados digitales e Internet. Y aunque fue anunciado, todavía resulta sorprendente (e irónicamente falto de sorpresa) como la isla terminó en el “Upside Down", luego del paso del huracán María.

Otra cosa que esperamos por meses, es... (sí... ¡eso mismo!) el famoso día de viernes 13. Día Nacional de soltar todos los memes de Jason y Vico-C. Lo cual siempre es motivo de nostalgia para alguien como yo, nacido en los años 70 pero sin la edad para el servicio selectivo de la guerra entre rockeros y cocolos. Como consecuencia, el rap se convirtió en una voz fresca y nueva, que no estaba atada directamente a generaciones anteriores. Y de esa voz Vico-C era el abanderado, como una sexagésimo quinta infantería, de lo que sería ahora una tropa rapera de otrora. Porque eramos en el '86, la carne nueva, pero no el orgullo de Borinquén. Por lo que aprendimos a desarrollarnos como una generación al margen.

Y este próximo viernes 13, que pudo tener adornos de Halloween por doquier, no va a tener oportunidades en su microeconomía. Si en esta oscuridad viene a atacarnos Jason, o cualquier otro enmascarado, la falta de señal en las redes celulares nos prohibirá llamar para pedir ayuda y/o rescate. Y aunque los títeres quizas no van a tener huevos para usar como proyectiles, la falta de recursos o el pasarse de listo (no porque sean de la calle), los puede llevar a cometer actos peores. Junto a ellos las marionetas politizadas estarán en el discurso de la ambigüedad, como parte del teatro y circo mediático. Ese que muchas veces, sin pena, se alimenta del morbo y no respeta los derechos de privacidad, intimidad y dignidad de los seres humanos (más aún si son menores de edad).

Si seguimos la línea de Luis Armando, podemos decir que previo al huracán, la gente se “curó” publicando cosas relacionadas a su canción titulada Maria. Lamentablemente, ya vimos lo que Maria tenia para nosotros, pero no sabíamos que iba a ser "profético" y se iban a soltar las abejas. Las cuales Zum-Zum son importantes para la polinización y por consiguiente para nuestra agricultura. Ya nos dimos cuenta cuánto dependemos de otros (en todo el sentido de la palabra) y lo que importa todo lo que se importa. Puedo continuar con referencias clichosas, como que se escapó Tony Presidio en medio del ciclón, que los analistas se creen filósofos y máquinas llenas de sabiduría, que estamos en la recta final, tanto en el sur como allá en el norte o que para evitar una explosión, debemos preguntarle a la gente del gobierno local, si sus propias decisiones las van a tomar, sin ninguna otra nación que nos venga a mandar... pero esto no aportaría a la solución.

¿Qué?... acaso esperan que yo tenga la solución. Aquí no la van a encontrar, solo quería conversar contigo... en tiempos así, la mente divaga. Mi aportación sería que no esperen por el Karma, porque lo que aquí se hace, aquí se paga (dicen...), como decian en el programa de comedia venezolano Bienvenidos, hagan bien y no miren a quién.

Si lo quieren redondear, hagan según la generación al margen rapera, trabajen de manera independiente, de lo micro a lo macro. O hagan como el grupo de amigos en Stranger Things que se mantuvieron trabajando e investigando (y mejor comunicados que nosotros, con radios portátiles walkie-talkies) para salvar a los suyos de la "oscuridad". Después de todo, la cosa más extraña es que el menú de yogurt con coditos, no suene tan raro estos dias. Si ya no tienes Eggo, y solo tienes un sándwich de salchicha (referencia errónea en este caso), pues... ¡saboréalo! Y si de aquí a allá seguimos en las mismas, solo me resta decir, Dios te salve Eleven.


Cristobal “Chris” Zapata (Cayey, Puerto Rico)