viernes, 21 de agosto de 2015

Me Cago en el Día Nacional del Dubi




Declaran el ‘Día Nacional del Dubi’ y todas las cafres con pinches de metal en la cabeza están de pláceme, mientras que a los ciudadanos finos que reprochamos esa charrería nos quieren hacer sentir mal por no querer bajar nuestra calidad de vida en la sociedad. ¿Qué carajo le pasa a mi país qué antes criticaba esto y ahora lo celebra? Es como si el espíritu de Doña Florinda se posara sobre toda la cafrería femenina puertorriqueña.

En casa mami le hacía “dubi-dubi’s” a mis hermanas y yo me reía porque se parecían a E.T. cuando abre el radio de Elliot para llamar collect a su casa planeta. Aún así mami, siendo una señora decente que solo practica el sexo oral en cumpleaños y aniversarios de boda, decía que los “dubi-dubi” solo se usaban en la casa. Que las mujeres que salen en “dubi” a la calle son unas cueros. Las mujeres se exhiben en “dubi-dubi” y luego se quejan que los esposos le dan puños en la cara. Contra, hay que tener dignidad. Uno se casa con una mujer, no con un animal de granja. 


El “dubi-dubi” es algo privado como afeitarte la chocha o “blichearte”  los pelos del culo. Todos sabemos que lo haces, aún así no lo queremos ver. En hombre sería como hacer el Día de la Camisilla o las recién parías hacer un maratón de dar la teta en Plaza Las Américas. Sencillamente no lo queremos ver. ¿Ok?

El “dubi-dubi” es un reflejo de todo lo malo que ocurre en Puerto Rico. Es un estilo de cabello a medias, no están despeinadas pero tampoco tienen el resultado final de tener el pelo sedoso por tenerlo en forma de caracol metálico apestoso. O sea, el “dubi-dubi” es como el ELA, mientras uno no está peinada ni despeinada, sino entre medio, el Estado Libre Asociado no es ni independencia ni estadidad, sino entre medio. Es un estilo de pelo colonizado, es quitarse de querer dejar de ser pobre y celebrar la pobreza con una nueva moda social, y que tu estilista sea Luis Muñoz Marín. Nuestra cultura está mal.


Celebrar el Día Nacional del Dubi es celebrar que empiezas las cosas y nunca las terminas. Típico puertorriqueño colonizado de mierda. Sin contar del complejo de siempre querer tener el pelo lacio cuando no lo tienen así. Nunca se lo he metido a una mujer en “dubi-dubi” y nunca lo haré. Así me ayude Dios.

Lo peor fue que en Church’s Chicken pusieron una oferta de que si ibas en “dubi” te regalaban una presa de pollo, como si la cadena de pollo frito más lenta de este lado de Kentucky premiaran a las cafres vagas estás por no terminar de peinarse. Me cago en el Pancho Sándwich (RIP).

La raíz de todo este problema lo es la señorita Natalia Lugo. La señorita Lugo se ha hecho famosa en Puerto Rico por su personaje de yale en “dubi-dubi” enseñando las tetotas. Si no fuera por esas tetas Borinquén Bella nunca hubiese celebrado el Día Nacional del Dubi, y estas mujeres no andarían en público imitando antenas parabólicas cogiendo señal directa desde el Infierno para joder a los hombres.



Porque ese es el verdadero problema de los “dubi”, que ustedes afean la sociedad y no dejan que funcione debidamente. Con mujeres feas en “dubi-dubi” por ahí creyéndose la gran cosa ningún hombre se motivaría para superarse en la vida. Si la mamá de ustedes hubiese tenido un “dubi-dubi” en la noche que tus papás te engendraron, te aseguro que a tu viejo no se le hubiese parao y tú no existirías. La vida empieza en la erección del hombre. Déjense de cafrerías y poca vergüenzas, y váyanse a terminar de peinar. Coño.

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