martes, 31 de diciembre de 2019

POST DE LA DÉCADA: Casa Bavaria: Porque los Guaynabitos también son Cafres




*originalmente posteado en 2014

Y pasó lo inevitable. Le dieron alcohol a unos guaynabitos menores de edad con bracers y recortes de Harry Potter, y el resto de la población puertorriqueña se dio cuenta que son igual de cafres que nosotros, dándome una razón más para decir: “¡Estos cabrones!”

¿En serio todavía la gente se sorprende por que unos pendejitos que todavía no saben echar un polvo sudao se enrreden a pelear como perras en celo por un macho? Mere mi hermano, ‘ayase al carajo antes que se me olvide. Eso de comprarse camisas para celebrar una fiesta de Alemania en un pueblo del carajo en Puerto Rico con cerveza mala del patio es cosa de pendejos, putas y maricones, o sea, de guaynabitos.

Lo más que encojona de esta mariconería es que son los mismos blanquitos que se hartan hablando pestes del Guaya Guaya y otros eventos de gente de bajos recursos económicos y piel prieta. Claro, porque no hay nada más hermoso que ser un comemierda de ciudad y perder tus inhibiciones siendo cafre en la montaña. Pendejos es lo que son. Coño.

En mis tiempos las peleas no se grababan porque no habían cámaras, por eso nuestras peleas las contamos de boca y en todas ganamos. Pero estos nenes de ahora tendrán que vivir con la evidencia cibernética de que pelean a mano abierta bien mariflor. Y por favor, si los ven en la calle, a los varones cástrenlos y a las nenas mutílenle el clítoris, o sacrifíquenlos antes que se reproduzcan.




Aquí podemos notar la esencia del guaynabito: camisas mandadas a hacer para la ocasión, acné, peinaditos decentes de kindergarden, ignorancia social y ganas de joderse la salud porque saben que nunca pasarán necesidades en la vida. Póngale especial atención al idiota de atrás que tiene los brazos levantados porque por fin se siente como todo un hombrecito hecho y derecho a punto de coger su primera borrachera. ¡Eeehhh!




Miren a esa ahí tirá diez siete. La llego a coger yo le estoy dando deo así inconsciente hasta que llegue el papá a recogerla. Y cuando llegue el papá le voy a dar a oler el deo de mi mano mientras le grito: “¡Huele! ¡Huele! ¡Así huele la mala crianza en el hogar y negligencia paternal!”




“Ay mira, si Ricardito se cayó pal piso bien loco” decían todos mientras bebían Medalla a $3 la lata.




Momento preciso en que un adolescente puertorriqueño pierde la dignidad que le quedaba por el resto de su miserable vida. En parte da risa ver como un hombre pelea contra otro hombre con la mano abierta, pero por el otro lado los homosexuales deberían poder casarse entre ellos.




Este gordo cabrón tiene cara de que cuando sea grande va a ser político. Y como diría mi gran amigo @Robocristo5000“Hoy en el piso, mañana poniéndote otro impuesto más desde su escritorio.”




No estás viendo un anuncio de Skittles, estos son guaynabitos peleando, o sobándose, da igual. Durante el resto de sus vidas estos pendejos de clase alta recordarán esto como lo más hijoeputa que hicieron en sus “alocadas” vidas, el resto de nosotros recordará a nenes obesos que no saben beber ni pelear. Me cago en sus madres.




Porque hacer el ridículo a nivel nacional es lo “cool” entre los jóvenes de mi país. ¡Que viva Puerto Rico puñeta!




“María… María despierta chica… ¡Maríaaaa!”




Este es el guaynabito más pendejo de todos. El que le dio una patá a uno cuando estaba enrredeao con otro arrastrándose por el piso. Mere jodío vela güira, tú lo que eres es un puerco de colegio privado, pescuezo.  Porque eso es lo que pasa con estos nenes, como saben que herederán los puestos que tienen sus papis ahora se creen que están por encima del resto y hasta les tiran cuando están en el piso.

          Estos son los guaynabitos que gobernarán Puerto Rico en un futuro, a menos que hagamos algo al respecto. ¡Quememos Casa Bavaria! ¡Al carajo se irán! ¿Qué?

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