Los terremotos que estamos sintiendo los puertorriqueños a diario desde diciembre 2019 no es la primera vez que el suelo se mueve como ataque de epilepsia infinito en el país de los cuatro pisos. Ya en noviembre 1867 a abril 1868 los puertorriqueños de antes que llegaran los americanos habían sentido como la tierra se movía como bailarín de breakin’ en quinceañero de centro comunal por espacio de cinco meses.
Personas de la tercera edad que saben usar Facebook escriben de como sus abuelos hablaban de como sus abuelos (los abuelos de sus abuelos) contaban de cuando tenían que amarrar los frascos de la alacena para que no cayeran al piso movedizo y no se perdiera la comida. Obviamente nada de esto ha salido en la prensa ni los medios de comunicación. Vi la foto de arriba en Instagram, hice un search tecato y con ver las fechas de los terremotos ocurridos en Borinquen Bella vi que era cierto. Google en arameo significa “auto-didacta”.
Lo más sorprendente de estos terremotos es ver como se ha unido el pueblo y ahora todos dormimos con ropa puesta y miedo. Puerto Rico no es el mismo país del 2017 que sobrevivió el Huracán María, ahora estamos más aguzaos. Ya no nos cogen. La foto aérea de miles y miles de botellas de agua perdidas bajo el sol fue la única campaña que se hizo en internet para recordarle a la gente que no deben darle NINGUNA donación al Gobierno. Se les nota la desesperación.
Puerto Rico no tiene Gobierno.
Por eso en la conferencia de prensa que dio la Gobernadora ganadora del juego de la sillita colonial Wanda Vázquez se esmeró más en criticar las redes sociales que decir que había hecho para las personas del sur del país que perdieron sus hogares. No han hecho nada. No pueden hacer nada. No quieren hacer nada. Los políticos pretenden que la gente les lleve las donaciones y ellos ponerles los stickers de campaña encima para decir que fueron ellos y sacarse fotos fekas. ¡La linda! Alguien debería decirle a Jennifer González que la tragedia de un pueblo no es su campaña política.
Los peores que se han visto en toda esta tragedia son los fotutos políticos incondicionales al Gobierno. Ellos han escrito que eso del pueblo ayudar al pueblo es “método socialista” y otras brutalidades más que dan risa y miedo a la vez. La mayoría del país entendió que estamos solos. Que la ciudadanía americana vale mierda si tu nombre es en español y tu tono de piel es una variación de marrón. Es normal que los fotutos sufran, claro, están viendo como se derrumban todas sus posturas políticas una por una al escrolear hacia abajo en Twitter, Facebook e Instagram, y ver que no hay ni una sola bandera de las pecosas que usan en sus nombres, pero si muchas banderas puertorriqueñas en socorro a sus hermanos boricuas menos afortunados. Ahora el 3% de la población son ellos y su rabia arrodillá.
Mientras escucho ‘Tiemblas’ de Tito Rodríguez me pregunto: “¿Dónde están los millonarios de Puerto Rico? ¿Dónde está la ayuda internacional?” Abro la nevera y saco una gelatina pensando que siempre que hay un desastre en el planeta Tierra de Puerto Rico sale ayuda porque somos un pueblo caritativo. Cuando terminé con la gelatina vino uno de los 17 temblores diarios que pasan y me acordé que somos una colonia, y como desde Washington dijeron que no era nada pues nadie nos va a ayudar. Aquí para recibir ayuda hasta permiso tenemos que pedir.
Puerto Rico puede solo. Siempre pudimos. Algunos de nosotros siempre lo supimos. El espíritu de un pueblo es más grande que los Gobiernos del hombre. Con esta tragedia se ha visto como desde arriba el poder que nos controla nos pone el pie para no poder levantarnos. Pero nos vamos a levantar, como siempre hemos hecho los puertorriqueños.
La impotencia ante un terremoto me hace buscar consolación en lugares inesperados. Luego de cada temblor que salgo corriendo con mi hija al hombro hacia el aire libre por miedo a que me caiga el techo en la cabeza leo la foto de arriba del post para darme cuenta que ya pasamos por esto hace apenas 150 años y lo sobrevivimos. 150 años en tiempo de la Tierra es un pestañeo para nosotros. En los 1860’s duró cinco meses, a ver cuanto duran estos terremotos en secuencia del 2020. La unión del pueblo de Puerto Rico será nuestra salvación.
Lo único que tenemos que saber sobre los terremotos de 1868 es que ocurrieron justo antes del Grito de Lares. Things that make you go hmmm…
Mientras escribía esto sentí tres temblores terribles. Cuídense corillo.
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